Resumen
En este artículo sostengo que los planteamientos de Jakob von Uexküll constituyen un apoyo científico decisivo para las reflexiones metafísicas de Martin Heidegger sobre el mundo, más allá de lo que el mismo Heidegger reconoce explícitamente. En particular, los estudios de Jakob von Uexküll enfatizan, de mejor manera que el mecanicismo y el vitalismo, la relación que existe entre el medio ambiente y el mundo interior del animal, lo que es fundamental para que Heidegger sostenga en su lección de invierno de 1929 y 1930 que la esencia del animal es el “perturbamiento” (Benommenheit).