La aplicación del término currículo, en el nivel de Educación Parvularia es relativamente reciente, debido al hecho histórico que, en educación, en general, se ha empleado solo en las últimas décadas. De hecho en Chile, según lo señala Peralta (1993), comienza a ser utilizado en este nivel a partir de la década de los setenta. Durante este período se difunden variadas connotaciones para el término en cuestión, lo que evidentemente, lesiona la comunicación entre los educadores al no manejarse en forma inequívoca un mismo significado. Según Peralta (1993), quien define el currículo como: ”Todas las vivencias y aprendizajes significativos que han sido experienciados por los párvulos y adultos, como resultante de la selección y organización consistente de un conjunto de factores humanos, materiales y técnicos que han sido generados por la comunidad educativa, desde el Jardín infantil como institución educativa sistemática.” Sin embargo, las definiciones entregadas son de carácter general, por tanto, la forma de operacionalizar el quehacer real, es responsabilidad de cada institución, de acuerdo a su propia diversidad y los contextos en que trabajan (Mineduc, 2001). Lo que se plantea, en cada centro, es que, a través de un proceso de reflexión, explicite la forma que asume el currículo. Lo cual implica establecer cuáles son sus propósitos, objetivos generales y el marco referencial que fundamenta su quehacer, cautelando en su diseño, la coherencia en la selección y organización de los diferentes factores y elementos (Peralta, 1993). La adecuada implementación del ámbito de gestión curricular, es uno de los aspectos claves y fundamentales para el mejoramiento del nivel de logro de los aprendizajes esperados de los párvulos y que tienen una estrecha relación con las prácticas de la Educadora de Párvulos. En este contexto, la gestión que desarrolla y ejerce la Educadora de Párvulos, en el aula, resulta estratégico para lograr de manera sostenida y continua, mejorar los procesos y resultados en la formación y aprendizajes esperados de los niños y niñas en edad preescolar, y asegurar que la articulación con actores u organizaciones de su entorno contribuya al logro de sus objetivos y metas en el trabajo pedagógico. En referencia a la formación de las futuras generaciones, hoy existe, la necesidad de seguir profesionalizando el rol de la Educadora de Párvulos en las comunidades escolares, con la finalidad de avanzar en el mejoramiento sustantivo en la calidad de los aprendizajes de los niños y niñas. En efecto, producto de los vertiginosos cambios que la sociedad vive, en el actual contexto de globalización, considerando la necesidad de invertir en las personas, los nuevas demandas del mundo laboral y los nuevos desafíos organizacionales requieren de una profesional que tenga capacidades y competencias para interpretar e implementar adecuadamente las Bases Curriculares de Educación Parvularia, las cuales constituyen un marco referencial amplio y flexible, que admite diversas formas de realización, permitiendo que nuestro niños y niñas aprendan más y mejor, y además desarrolla otros ámbitos que permitan su desarrollo integral, mediante la incorporación de todos los agentes educativos, un ambiente adecuado, flexible y coherente entre objetivos y aprendizajes, entre otros. En la Educación Parvularia se ha implementado una nueva herramienta de trabajo, las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, las cuales se dividen en tres ámbitos, que son los siguientes: Formación Personal y Social; Comunicación, y Relación con el Medio Natural y Cultural, los cuales a la vez se subdividen en ocho núcleos, los cuales son: Autonomía, Identidad, Convivencia, Lenguaje verbal, Lenguaje artístico, Seres vivos y su entorno, grupos humanos, sus formas de vida y acontecimientos, y Relación lógico matemático y cuantificación. “En Su conjunto, estos abarcan campos de acción donde se llevan a cabo procesos claves para las tareas formativa y de aprendizajes de la Educación Parvularia. Siendo estos tres ámbitos campos fundamentales de experiencias para toda etapa de la vida humana, al nivel de Educación Parvularia adquieren una especial relevancia dado que es el periodo en que se inician y establecen las bases del comportamiento humano y los primeros aprendizajes” (Bases Curriculares de la Educación Parvularia, 2001: 26). Uno de los elementos más significativos, en términos del nuevo rol que se espera de las Educadoras de Párvulos, guarda relación con la capacidad de esas profesionales de convertirse en líderes frente al nuevo desafío del quehacer educativo a inicio del siglo XXI en relación a los nuevos paradigmas en la Educación Parvularia. La presente investigación es una evaluación preliminar de impacto de cómo se están implementando las Bases Curriculares en establecimientos educacionales de administración municipal de la ciudad de Talca, que permitirá conocer las fortalezas y debilidades en los procesos y resultados de los aprendizajes esperados, a partir de las prácticas que realizan las Educadoras de Párvulos en el aula. En el capítulo primero, se entregan todos los antecedentes del problema principal abordado, objetivos, hipótesis y variables. En el capítulo segundo, se aborda todo lo relacionado con el marco teórico que en entrega una visión del estado del arte del tema en estudio. En el capítulo tercero, se expone la metodología empleada en la investigación, como son el diseño, población, recopilación de información y su respectivo análisis. En el capítulo cuarto, se considera la presentación de los resultados en general, como también la descripción de los resultados de cada establecimiento participante. En el capítulo quinto, a partir del análisis e interpretación se presentan las conclusiones principales de la investigación. El diseño de la investigación, según su tipo, se clasifica en No experimental Descriptivo - Evaluativo en relación a las prácticas de las Eeducadoras de Párvulos en el Ámbito Personal Social de las Bases Curriculares del nivel.