La adiponectina es una citocina sintetizada por los adipocitos, que actúa a través de los receptores AdipoRs (AdipoR1, AdipoR2) y T-cadherina, recientemente se ha identificado APPL1, una proteína endosomal que se une a los receptores AdipoRs, para mediar la señalización y los factores nu-cleares de la adiponectina. La expresión de estos re-ceptores depende del fenotipo de activación de los ma-crófagos, activación clásica (M1) suprime la expresión y la activación alternativa (M2) mantiene la expresión de AdipoRs. La adiponectina regula el metabolismo de carbohidratos y lípidos, reduce la producción de gluco-sa hepática y la oxidación de ácidos grasos, además se considera un biomarcador de la función endotelial por su correlación con alteraciones endoteliales, dislipide-mia y aterosclerosis. Existe una nueva función protecto-ra de la adiponectina contra los trastornos metabólicos y el daño orgánico, a través de T-cadherina facilitando la liberación exosómica de proteínas plegadas inade-cuadamente, controlando el estrés celular, disminuyen-do los niveles de ceramida y manteniendo la homeos-tasis celular. Otra función importante de la adiponectina es la protección de las células de la apoptosis inducida por el estrés del retículo endoplásmico y la reducción de la inflamación en adipocitos, hepatocitos, células endoteliales y células beta pancreáticas bloqueando la apoptosis mitocondrial a través de la activación de la vía de la señal de la proteína quinasa. La adiponectina es un potencial biomarcador bioquímico y antiinflama-torio en los trastornos metabólicos, ya que modula la patogénesis del sobrepeso y la diabetes mellitus tipo 2, considerándose clave para el pronóstico e intervención terapéutica de estas patologías.