La presente investigación tuvo por objeto analizar las contribuciones de Amanda Labarca a las relaciones entre psicología y educación en Chile (1910–1955), periodo que se extiende desde su primer viaje a Estados Unidos hasta su jubilación. Se utilizó el enfoque teórico y analítico de la perspectiva de género que desarrolló Joan Scott. Para este propósito se recurrió a distintas perspectivas metodológicas de la historia de las ciencias, como los estudios de recepción y circulación de las ideas. Se propone una periodización de su obra y contribuciones psicológicas a través de tres periodos; Inmersión, Transición y Consolidación. Los principales resultados dieron cuenta de un temprano vínculo de carácter teórico entre Labarca y la psicología –Inmersión–; continuó con orientaciones más prácticas sobre la incorporación de los avances psicológicos en el espacio escolar –Transición–; y finalizó con una propuesta de política educacional en la que la psicología se posicionó como eje transversal, a la vez que comenzó a evaluar las prácticas psicológicas que había promovido en el espacio escolar –Consolidación–. Se concluye que Labarca se posicionó como la primera mujer que tuvo un rol activo en el nacimiento y propagación de las ideas y prácticas psicológicas en el país. A su vez, influyó a mujeres que se acercaron a los saberes psicológicos. Expuso los vínculos entre psicología y educación a través de múltiples consideraciones en su escritura pedagógica, en sus discursos, en sus clases universitarias y a través de sus distintos roles en la Universidad de Chile o como jefa de la Dirección General de Educación Secundaria. Finalmente se reconoce a Labarca como la mujer de mayor influjo en el desarrollo de la psicología educacional en su periodo pre–profesional. Se sugieren nuevas investigaciones que incorporen el análisis de otros documentos pedagógicos de Labarca que no pudieron ser revisados debido al contexto socio–sanitario actual.