Chile a nivel del hemisferio sur esta situado como un fuerte proveedor de fruta fresca en el mundo, destacando principalmente uvas (38%) y manzanas (28%), así mismo el intercambio y acceso a redes comerciales con distintos países abarca a mas de la mitad de la población mundial donde los principales importadores son: Estados Unidos (39%), Europa (35%) y Lejano Oriente (12%), lo que se traduce en envíos de fruta chilena en más de 90 países. Con estos antecedentes la competitividad de la fruta chilena debe resguardar aquellos atributos que permitan su almacenamiento y posterior comercialización, la llegada a destino de la uva fresca chilena muestra distintos matices de aceptación desde problemas menores de calidad hasta el rechazo parcial o total en términos de condición, el que dependerá según los requerimientos de cada mercado. El desgrane, la pudrición y el blanqueamiento por SO2, son hoy en día los principales problemas de condición evaluados en destinos, los que individualmente, según el grado del daño, pueden tomar distintas vías de comercialización y que, en conjunto, pueden ser motivo de importantes pérdidas económicas según las cadenas de intermediarios. Se concluyó que no existe un único factor que se asocie a cada uno de los principales problemas de calidad y condición anteriormente descritos, y que el complemento de distintos manejos a nivel de campo, en las labores propias antes, durante y posterior a la cosecha, son medidas complementarias entre si. Con una buena organización y un adecuado conocimiento de cada variedad, según la zona de producción, se puede contribuir de manera significativa a disminuir problemas derivados de una mala gestión en cada una de las etapas involucradas en el proceso de exportación de la uva fresca chilena.